que une la cuna y el cementerio,
ahí es donde habito yo.
Esa porosa orilla
que absorbe cada fluctuante pensamiento
y escupe en su letargo veneno,
aquel del que cada día bebo.
Ésa, esa porosa orilla es quien soy hoy.
Soy esa piedra que te estorba,
pero que te es útil como auxilio,
a veces.
Otras tantas, no soy conveniente.
Soy como un juguete.
Soy un juguete con agujeros,
como esa porosa orilla.
Aleera Jezhebel
Publicado el 16 de enero de 2011
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