martes, 26 de noviembre de 2013

Madrid

El primer poema
que quería escribir
sobre Madrid

era sobre
los amores de estación.

Los que
circulan
en el Circular,
que suben
en Moncloa
y se pierden
en Ciudad Universitaria
o siguen
hasta Metropolitano;

Los que
en el quinto día
de la semana
tienen
juernes latente
en las ojeras
que abarcan
sus cuencas.

Los que
se esconden
con cascos
más grandes
que sus orejas
y una canción
que me agrada
audible
al otro lado del vagón.

Quería escribir
sobre manifas
y asambleas,
antidisturbios
y lecheras,
la destreza
de esquivar
pelotas de goma
y los cien metros lisos
del 24 de octubre.

Quería escribir
novedad
y adaptación,
y todo esto
lo he descrito
cuando ha pasado
el Cercanías por tu barrio,
al oeste del Manzanares,
y he descarrilado
en la fantasía
de tenerte
conmigo
en el vagón,
camino a la capital,
leyendo juntos
filosofía,
escribiendo juntos
poesía,
planeando
viernes noche,
Malasaña
domingo,
la Gran Vía.

Ya no puedo escribir
lo que quería
porque
esta ciudad
ya no es novedad,
ni adaptación,
es la misma
rutina,
con distinto
paisaje.

Tengo más
parques,
y más
grandes,
con menos
olivos.
Cojo más
trenes,
menos
buses.
Veo más
gente,
menos
personas.

Y ya no puedo escribir sobre Madrid
porque Madrid sin ti es una oficina,

oficina
donde
el tiempo
corre
contra < el < reloj,
que > no > contrarreloj,

sino.

todo.

lo.

contrario.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Publicación de El Eterno Retorno

Tengo el placer de presentaros mi primer libro: EL ETERNO RETORNO, una antología de 196 páginas con los poemas, relatos y primeros escritos de Aleera Jezhebel, compuestos entre los quince y los dieciocho años. Fue publicado gracias a la editorial Bubok Publishing S.L el 3 de septiembre de 2013. 

La mayoría de su contenido está o ha sido colgado aquí, en Sabiendo, sintiendo y experimentando, aunque hay algunos poemas y fragmentos que fueron retirados muy pronto y otros tantos inéditos, encontrados en diarios, servilletas, tickets de compra y sitios aún más insospechados. 


Como dije, fue publicado por Bubok, y está disponible en la librería de su página web, AQUÍ el enlace directo de compra para obtenerlo en formato físico por 9,94€ o gratuitamente en formato digital. 

Si tenéis pensado autopublicar en esta editorial (completamente gratuita y fiable), agradecería que os registrarais desde esta dirección, porque  por cada persona que publique yo recibiré 10€ de descuento en próximas compras.

Si os gusta, compartidlo por Facebook, Twitter, Tuenti,... hasta Hi5 o MySpace si os va el rollo vintage.

También, si gustáis, seguidme en Twitter, @poesofia y dejadme vuestros comentarios aquí o allí.

martes, 12 de noviembre de 2013

El arte de la fuga [Fragmento II]

Ahora me viene a la memoria, como el golpe seco de una brusca ola o el latigazo de un subidón de anfetaminas, una conversación de café de las primeras semanas posteriores a nuestro encuentro en la National Gallery de Londres, cuando ella deseaba conocerme interiormente y yo sólo pensaba en la manera de conocer el interior de su deseo. 
«-Necesito que se avalen mis fantasías -Me decía avalando la suya propia fumando un cigarro con una larga onda de cabello rojo semiocultando su rostro y su pecho-. Quiero decir, la oratoria, la elegancia y el misterio de una persona no vale nada si sólo parece una imagen. De mi partenaire necesito que sea una imagen; quiero una fachada auténtica, no una simple sombra. Quiero mármol, no ladrillo recubierto de estuco. ¿Entiendes?»
 El arte de la fuga, fragmento.
Aleera Jezhebel, 2014 

El arte de la fuga [Fragmento I]

Nuestra relación terminó por convertirnos en fantasmas recorriendo Europa. Yo leía a Baudelaire y ella estudiaba la Historia, yo me refugiaba en La pipa y ella en la civilización sumeria; y ambos nos fascinábamos por el alcohol en ambos campos. 
Séfora se creía una especie de Marilyn renacida y esperaba de mí un Joe DiMaggio que la regalase rosas de ocasión en ocasión, cuando más bien era ciertamente un Henry Miller a la británica sin tantos huevos. Como Miller, me encontraba hipnotizado por sus caderas, pero su falta de perspicacia, realismo y madurez solían sonrojarme en las reuniones de brunch con los amigos. 
Como Marilyn, supongo, Séfora sentía fascinación por la inteligencia que veía en otros y que en ella no terminaba de brillar. En numerosas ocasiones sentí celos de algunos amigos cuya elocuencia la deslumbraba y dejaba ensimismada por días. Yo sabía que fantaseaba con acostarse con ellos, más bien con su don de palabras, y que se preguntaba si tendrían la misma habilidad en el uso de ambas lenguas. [...]
 El arte de la fuga, fragmento.
Aleera Jezhebel, 2014.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Viví una vida de poeta...

Viví una vida de poeta
antes de alumbrar poesía.

Ya el café no humea,
no se acompaña la taza
con un peta,
ni con cuatrolas
ni copas de licor de mora.

Una se adapta a las situaciones;
por éso ya no hay coca ni anfetas
para salir de fiesta,
por éso el único cristal
que roza mi lengua
es el del vaso.

Lo hice todo del revés,
y
joder
que si valió la pena..


Morse - Aleera Jezhebel