Mostrando entradas con la etiqueta Cortometrajes. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cortometrajes. Mostrar todas las entradas

lunes, 2 de septiembre de 2013

I still love him - Aleera Jezhebel/Lana del Rey




And I remember when I met him, it was so clear that he was the only one for me... We both knew it, right away. And as the years went on, things got more difficult, and we were faced with more challenges. I begged him to stay... try to remember what we had in the beginning. He was charismatic, magnetic, electric, and everybody knew it. When he walked in, everyone's head turned, every one stood up to talk to him. He was like this hybrid, this mix of a man who couldn't contain himself. I always got the sense that he became torn between being a good person and missing out on all of the opportunities that life could offer a man as magnificent as him. And in that way I understood him, and I loved him. I loved him. I loved him. I loved him. And I still love him.


Y recuerdo cuando le conocí, estaba tan claro que sería el único para mí... Ambos lo supimos, de inmediato. Y según pasaron los años, las cosas se complicaron, nos enfrentamos a más desafíos. Le rogué que se quedara... tratando de recordar lo que tuvimos al principio. Él era carismático, magnético, eléctrico, y todo el mundo lo sabía. Cuando aparecía, la cabeza de todo el mundo se giraba, todos se levantaban para hablar con él. Él era como este híbrido, esta mezcla de hombre que no podría contenerse a sí mismo. Siempre tuve la sensación de que se debatía entre ser buena persona y perder todas las oportunidades que la vida podría ofrecer a un hombre tan magnífico como él. Y en ese sentido le comprendí, y le amé. Le amé. Le amé. Le amé. Y aún le amo.


Escrito: Se debate su autoría entre Jacqueline Kennedy y Lana del Rey.
Música: Fading memories - FairVienna, http://www.purevolume.com/FairVienna
Voz en off e imagen: Aleera Jezhebel, http://mochueladespierta.blogspot.com

domingo, 1 de septiembre de 2013

Nos place la deriva - Aleera Jezhebel/Silvia Orión


Antes de poner en duda una sola de mis palabras dime cuándo te he mentido; porque puedo equivocarme, pero no te engañaría. Puedo girar bastante más deprisa de lo que luego tardo en equilibrarme, puedo maltratarlo todo aunque lo quiera, y, ay, cuando no tengo nada y puedo con todo, y, ay, cuando no puedo con nada y, además, no me importa. Y hay veces que ni eso, te juro mi vida que hay veces que ni eso; y qué quieres que te diga, tampoco procuro entenderlo. Sentimientos.

Entre abrazos te dices: "uy, qué va, o bueno, puede que sí", y al día siguiente a la distancia le soplas: "me salen chichones de pensarte, amor, cómo dueles, y eso que pienso que no te quiero, y eso que esta vez sí que miraba por donde iba pisando".

Porque el "se mira pero no se toca" equivale al "se siente pero no se entiende", y en cuanto a la tentación y los sentimientos se la traemos bastante floja, te lo digo por experiencia, de cuando yo na más que he sido eso, sentimiento.

Desarraigarse. Mandarlo todo, maldita sea, por una vez, al infierno. Ser uno mismo a riesgo de caer en picado y para siempre en el intento, porque la vida sin peligro es como el mundo sin John Lennon. Casi humo.

Aquí me tienes, haciendo un cameo en tu vida. Soy sólo el delirio en ayunas de nuestras intenciones, sólo eso. Soy sólo reacción, estoy aquí de rebote, de mayor quiero ser instinto. Aquí me tienes, con mi idilio de garrafón convertido en gas lacrimógeno. Idílicamente tú, idílicamente yo. Dime si el delirio no es una inmortalidad más a la que aferrarse, con todos los cruces que quieras, si piensas pagar con intereses tus deudas, tus deudas tuyas.

En el fondo mentimos como cosacos, diciendo que en vez de evitar hundirnos, nos place la deriva, y que va en serio eso de que estamos loca y alegremente confundidos, y tenemos poquito más que inseguridad, pero, en fin, cada uno con su pedo.

Antes de ponernos a hablar como si leyésemos todos los días los periódicos, he de leer en tus cicatrices qué ha habido cuando no sabías en qué día vivías, ni qué mundo era éste de amenazas legales especializadas en alas, y tú como si nada.

Dime cómo de absurdo es preferir el amor a primera vista a torpes, torpes, intentos de soledad chamuscada. La conclusión. La epifanía.

He aprendido a trompicones un montón de tonterías, y a pescozones a besarte llorando que no estoy de sobredosis, he jugado a destroquelar tus opiniones invirtiendo su cromancia, y a electrocutarte el peinado y a limarte arañazos. He jugado a jugar contigo y me has ganado, y ha habido veces en las que no estaba jugando pero jugaba a que no te dieses cuenta.

He subido a lo más alto sólo porque luego la ostia iba a ser mayor, he dejado a gente estupenda por el camino y me empacha de indiferencia su recuerdo, me he mojado cuando hizo falta mojarse. Y ya ni eso, he renegado del mundo hasta tal punto que me cuesta volver, aunque sea para unirme a luchar

Ser o no buena gente, así, tan buenagentemente dicho, puede, en fin, qué sé yo, pero puede que sea saber que te quieren, y sentir que te lo mereces.


Escrito (adaptado): Silvia Orión en http://silvi-orion.blogspot.com.es/
Música: I miss you -- FairVienna, http://www.purevolume.com/FairVienna 
Voz en off e imagen: Aleera Jezhebel 
http://sabiendosintiendoyexperimentando.blogspot.com
http://mochueladespierta.blogspot.com

domingo, 21 de abril de 2013

Amor tóxico - Aleera Jezhebel/Simpulso



Bebimos demasiado. El uno del otro, quiero decir. Ella llegó a conocer seis de mis vidas. Yo estuve a un sorbo de regalarle la séptima. Nos conocimos en mi tercera o cuarta reencarnación. Al principio sólo era sexo, pero del rico. Todos los jueves. Y algún domingo. Desglosamos el uno al otro la palabra comprometer y compramos y metimos cada vez con más frecuencia. Algo así como un contrato oral con carácter retroactivo, o retroadictivo, o retroatractivo, o como quieras lamerlo.

Pasó un tiempo y sin querer su cama se transformó en consulta y su vientre en diván. Sexo, porrete compartido y psicoanálisis. Su vida era un tango de Gardel. La mía un cubo Rubick en manos de un daltónico. Estuvimos años alternando sexo y confesiones, inventándonos posturas cada vez más freudianas. Y en una de esas posturas, se nos coló el amor. Un amor peligroso. Un amor corrosivo. Uno de esos amores que alimentan y envenenan a la vez.

Me alejé de ella diez o quince veces. Busqué sustitutas, heroínas, pero sólo encontré metadona. Y siempre regresaba cabizbajo, cual niño manchado de barro a las faldas de mamá, cual Erasmus sin blanca, y ella siempre me acogía en su cíclico diván. Porque su amor era a prueba de balas y yo bomba química bactero(i)lógica. Y claro, ella se acabó contagiando, y enfermó, y al final se hizo la muerta. Y yo acudí borracho al entierro de lo nuestro. Y a su tumba de mentira se llevó un pendrive con mis secretos. Y sus virus adjuntos.

Y yo ahora vuelvo a estar solo y ella vuelve a estar sola y no quiero volver a saber nada más de mí. Porque en el fondo sólo soy el rabo mutilado de esa lagarta. Me sigo moviendo, sí. Pero me falta el cuerpo. Y a su cuerpo le acabará creciendo un nuevo rabo. Y yo seré siempre el mismo rabo sin cuerpo.



Escrito: @simpulso en Ni libre ni ocupado
Música: Wonderwall - Oasis (Versión jazz de The Colltrane Quartet)
Voz en off e imagen: Aleera Jezhebel

martes, 21 de febrero de 2012

Elige (Transpoitting)

Guión basado en la introducción de Transpoitting y la canción Ríe cuando puedas de El Chojin, BSO de Franz Ferdinand.
Marzo de 2011
Aleera May Jezhebel