miércoles, 27 de julio de 2016

Como el sol que se oculta en septiembre

«Y si esto fuera una película de cine negro, al llegar a casa me serviría un par de dedos de whisky sacados de la mesa de mi despacho y abriría la ventana mientras se cuelan sirenas de policía, el rumor de un local de un jazz y el olor de los puestos de comida, pero ni yo soy Sam Spade ni esto es Los Ángeles ni tú tienes alas, así que sacaré del frigorífico leche semidesnatada, me tomaré un par de galletas Dinosaurus, y leeré un libro aleatorio hasta quedarme dormido con la luz encendida por miedo a que vengas a ajustar cuentas en mis sueños.»

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